Agregamos la harina, el azúcar y la sal y mezclamos estos productos secos.
Integramos el resto de los ingredientes y amasamos hasta que estén bien mezclados y tengamos una masa lisa y elástica. Puedes usar una batidora profesional a velocidad media.
Una vez que tengamos la masa con el resultado deseado, la pasamos a un tazón y la cubrimos con plástico o un trapo por 1 hora o hasta que doble su volumen.
Para la corteza
En un tazón agregamos el harina, el azúcar, la manteca vegetal y los mazapanes en trozos y amasamos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados y se haya formado una masa lisa.
Cubrimos la pasta obtenida y la dejamos reposar en el refrigerador de 15 a 20 minutos.
Ensamblado
Ya que la masa haya doblado su volumen la retiramos del tazón y la amasamos hasta que ya no tenga aire.
Dividimos la masa en 6 partes u 8 partes iguales si deseas unas conchas prequeñas y boleamos las piezas de masa.
Boleamos las piezas de masa y las ponemos directamente en una charola engrasada o con papel para hornear.
Dividimos la pasta de mazapán en 6 u 8 partes iguales, la aplanamos con un rodillo o con las manos y las colocamos sobre las piezas de masa que se encuentran en la charola.
Con un cuchillo o un molde para conchas cortamos las cortezas y dejamos reposar las conchas hasta que doblen su volumen.
Una vez que hayan doblado volumen las calentamos a 180°C durante 15 minutos hasta que obtengan un color ligeramente café. Se dejan calentar un poco antes de comerlas.