Llevo apenas 7 días en confinamiento oficial pero desde hace 9 días que no he salido por medidas de precaución a causa del Covid19 así que tengo mucho tiempo libre para cocinar y compartirles mis recetas favoritas. En este post la receta va a estar llena de cítricos que son la fuente de vitamina C y antioxidantes así que espero que nos pueda ayudar a fortalecer las defensas y el sistema inmunológico.
Llevo dos años sin ir a México; iré este otoño y entonces se van a acumular 6 meses más. La espera se me ha hecho bastante larga sobre todo porque decidí cancelar mi vuelo de este mes pero afortunadamente en la cocina encontré el refugio que necesitaba cuando me ponía un poco melancólica o homesick. Trato de hacer cosas que me recuerdan bastante a mi familia, mi infancia y México y esta mermelada no es la excepción.
Los cítricos en especial la mandarina me recuerdan mucho al otoño y al invierno con mi familia como las piñatas con mandarinas, el café de olla con naranja, el pan de muerto con el agua de azar y el té de navidad. Con esta mermelada quise encapsular y captar un poco la combinación de estos sabores cítricos con especias porque podré comerlos no solo en el invierno pero en otras temporadas también.
Es bastante fácil hacer mermeladas, jaleas y conservas en general y a mi me gusta cocinar en el mínimo de tiempo posible siempre y cuando no se sacrifique el sabor o calidad de los alimentos; es por esto que en esta mermelada en lugar de usar solo azúcar granulada, pectina, agar agar o grenetina decidí usar azúcar gelificante porque cuaja mucho más rápido y no cambia en nada el sabor o la cantidad de mermelada. Hay algunos tipos de azúcar gelificante en los que se tiene que agregar 1 k de azúcar por 1.2 k de fruta o en otros 500 g de azúcar por 1 kilo de fruta así que será necesario que calcules la cantidad que vas a necesitar.
Para comprobar que la mermelada ha cuajado correctamente a fuego lento, en un plato helado ponemos un poco de la mermelada muy caliente y dejar enfriar. Arrastramos el dedo por la mermelada y si el dedo deja un rastro y la mermelada de arruga un poco quiere decir que ha cuajado lo suficiente. No se debe olvidar que la canela en rama y el anís se tienen que quitar de la mermelada antes de ponerla en los tarros de cristal.
Esta mermelada no va a quedar tan dulce gracias al kumquat que le va a dar un toque ácido y a la fruta en trozos. Esta mermelada es perfecta para untarla en un pan con mantequilla, se puede hacer tamales de naranja con queso, va muy bien con pescados y si se le agrega un poco de chiles secos se vuelve la salsa perfecta para unas deliciosas quesadillas con tortilla de harina y queso Oaxaca o manchego. Si le dan un uso diferente pónganlo en los comentarios.
Para las recetas se trata de experimentar también así que no teman en hacer nuevas cosas o usar productos que nunca habían probado, tomen riesgos y atrevanse a alterar los ingredientes como ustedes lo desean. Con esta receta pueden hacer una mermelada de naranja si es que solo tiene este producto o una mermelada de mandarina si es la temporada de esta fruta o si tiene un árbol del cítrico; incluso déjate llevar a intentar hacer otro tipo de combinaciones como por ejemplo una mermelada de mandarina y jengibre o también una de mis favoritas que es la mermelada de limón mandarina.
Te sorprenderás con la delicia de las combinaciones mencionadas anteriormente y veras que le vas a poder muchos usos a la mermelada en lugar de solo untarla en pan tostado o hotcakes; podrás usarla en la elaboración de tamales, tartas e incluso combinarla con carnes para platillos agridulces. A continuación te dejo la receta de los tamales de naranja que puedes hacer con la mermelada, la combinación de sabores te van a encantar.